Exceptuando Origen –la primera vez que Cristopher Nolan y Tom Hardy se dieron cita en un set–, siempre que director y actor han coincidido en algún proyecto, Hardy a terminado interpretando un personaje con media cara tapada.

Por ejemplo: en The Dark Knight Rises, el actor daba vida a Bane, archienemigo de Batman. D urante toda la película, Hardy lleva una especie de bozal metálico que, en la ficción, le hacía inmune al dolor.

En Dunkerque, la última colaboración entre cineasta e intérprete, el segundo da vida a un piloto llamado Farrier que, en la mayoría de escenas, tiene la cara tapada con una máscara de aviación. Según dijo el propio Hardy durante las entrevistas promocionales, dicha máscara no afectó a su actuación.

“Mi personaje en Dunkerque es muy pragmático y muy directo”, explicaba Hardy. “Da igual la máscara, el sombrero o la enorme cazadora que viste, porque lo verdaderamente importante es el avión Spitfire que pilota. Ése es el auténtico protagonista, y Farrier un simple piloto”.

Aunque Hardy se vea cómodo actuando con media cámara tapada, ¿qué interés tiene Nolan en mostrarlo siempre así en sus películas?

“Quedé fascinado con lo que Tom hizo en The Dark Knight Rises, simplemente con sus ojos, cejas y frente”, contaba el propio Nolan a la Press Association. “Así que quise ver de qué era capaz si le tapábamos la frente, si le dejábamos sin sus cejas, o si le tapábamos uno de los dos ojos”.

“Por supuesto, Tom, siendo como es, simplemente con su mirada ha sido capaz de transmitir mucho más que otros actores con todo su cuerpo”, decía el director, sobre la performance de Hardy en Dunkerque. “Tiene ese talento, es extraordinario”.

La respuesta era sencilla: Nolan le tapa la boca a Hardy porque es el único actor con el que puede permitírselo; el único, entre todos los que conoce, capaz de transmitir emociones valiéndose solo de la mitad de su cara.