La VoZ digital | Horror: En México padre e hijo matan a la madre y esconden el cadáver en una pared

2017-10-12 | 12:30

Homicidio México

Horror: En México padre e hijo matan a la madre y esconden el cadáver en una pared
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El cuerpo de la mujer hallado enterrado en la pared El cuerpo de la mujer hallado enterrado en la pared
La familia había denunciado hace 3 años la desaparición de la mujer en Coyoacán, al sur de la Ciudad de México. El hijo seguía viviendo en la casa hasta ahora

Agentes de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México hallaron el cadáver de Flora Peña Pérez, quien desapareció a finales de 2014 en Pedregal de Santo Domingo, Coyoacán.

La mujer de 49 años fue víctima de un asesinato cometido por su esposo Delfino Mendoza y Elin, una de sus dos hijas.

Por casi tres años guardaron el secreto. Sin embargo, el 30 de septiembre ambos discutieron en el interior del domicilio sin sospechar que en una habitación contigua se encontraba Anel, la otra hija del matrimonio Mendoza Peña y quien seguía insistiendo en buscar a su madre.
Durante la discusión revelaron la verdad. Uno a otro se culpaban de la muerte de la mujer y también detallaron la ubicación de sus restos.

Sin saber qué pensar, Anel prefirió acudir ante las autoridades ministeriales, a quienes precisó lo que había escuchado.

La tarde del sábado acudieron peritos de la Procuraduría local para realizar un cateo en el inmueble con el apoyo de bomberos. Tras cavar unos minutos descubrieron el cadáver de Flora Peña Pérez.

Policías detuvieron de inmediato a Elin. No obstante, Delfino logró huir antes y ahora su ubicación es desconocida.

Esos fueron los motivos del crimen, de acuerdo con las autoridades. El 14 de enero de 2014, el esposo de nombre Delfino Mendoza y su hijo llevaron a Flora al sótano con engaños y allí la mataron a golpes y escondieron su cuerpo en el boquete de una pared que taparon con cemento. La necropsia reveló como a causa de muerte fracturas craneoencefálicas.

Días después de cometer el crimen, Delfino se mudó a la ciudad de Hixmiquilpan, Hidalgo, estado que colinda con la capital del país, mientras su hijo se quedó a vivir en la casa con sus hermanas. Él fue detenido primero por las autoridades.

En su declaración ministerial confesó el crimen y culpó a su padre, pero no involucró a su hermana. Ella, en cambio, declaró que los tres habían planeado el asesinato, pero solo su padre y su hermano habían participado. El esposo admitió también su participación, pero no responsabilizó a su hijo, quien tiene antecedentes penales por un robo cometido en 2003.

Ahora ambos, padre e hijo, están acusados del delito de feminicidio agravado y, de ser declarados culpables, podrían enfrentar una pena de 60 años de cárcel.