Gentileza.

Han sido muchos los análisis que se han hecho desde el 0-3 del Barcelona, pero todos han saltado por los aires tras lo sucedido ante el Villarreal. Tal y como sucedió durante el partido por parte de los aficionados, el club ya señala a los jugadores como responsables de lo que está pasando tras partido y que ha llevado al Real Madrid a tener que jugarse todo a la carta del PSG.

En la zona noble quieren transmitir tranquilidad. Piensan que es la única manera de encontrar ese rumbo perdido y, además, imprescindible para lograr ese punto de unión que parece haberse perdido en el tiempo. Piensan que se ha perdido ese sabor de equipo tan necesario en cualquier equipo, Real Madrid incluido.

Desde hace unas semanas están observando comportamientos en los que prima lo individual a lo colectivo, llamando la atención ciertos gestos de rechazo de unos a otros tras malas elecciones o fallos de los compañeros. Mantienen que la respuesta de los jugadores está por debajo de la del club, que ha renovado a la mayoría del grupo para conseguir una estabilidad que hoy no existe a nivel deportivo.

El presidente, que en la tarde del sábado bajó al vestuario como hace en todos los partidos, y los directivos ya han lanzado varios mensajes directos a los jugadores buscando una reacción que no llega, que no aparece y que ha llevado al equipo a una situación límite.

Zona confort, ausencia de hambre, mal estado físico y pelea con el acierto cara a la portería contraria con Cristiano Ronaldo como máximo exponente, han llevado al equipo a estar en el precipicio de jugárselo todo ante el PSG. Los dirigentes que son los jugadores los responsables de los éxitos y del momento actual y son ellos los encargados de cambiar la dinámica. Así se lo han recordado y reprochado.

Y es que muchos consideran que el Real Madrid si bien mejoró ante el Villarreal, no estuvo a la altura de o que representa esa camiseta, por mucho que Toni Kroosdijera que los que dudan de eso, no tienen ni idea de fútbol.

Zinedine Zidane sigue transmitiendo a los dirigentes que todo se reduce a falta de acierto. Sabe que debe lograr la inmediata reacción de unos jugadores que empiezan a estar cuestionados por la afición y en periodo de observación por parte de los dirigentes.

Fuente MARCA.COM