2018-01-28 | 14:33
Tenis20 grandes para su Majestad
Roger Federer no golpea la pelotea, no osaría. Él la acaricia. La mima, la trata con la máxima delicadeza y la regala viajes placenteros al otro lado de la red, porque entiende el suizo, ganador ya de 20 grandes, que no hay mayor compromiso con ella y su deporte (y con el deporte en general, en realidad) que alcanzar el éxito por la vía de la belleza.
En su caso, no hay otra opción. Federer solo concibe ese único camino y continúa ganando como si en lugar de tener los 36 años que tiene tuviera el hambre de los 20.
En la final de Melbourne, contra Marin Cilic, lo aplicó a rajatabla: la estética y el deseo, pero también otro condimento: el sufrimiento. Cilic, soberbio, le exigió de principio a fin, pero el hechicero sacó por enésima vez la varita: 6-2, 6-7, 6-3, 3-6 y 6-1, en 3h 02m.