Según el balance mensual de la patronal del sector, entre enero y septiembre de este año se fabricaron en Brasil en torno a 1,9 millones de vehículos, lo que supone una contracción del 20,1% en comparación con el mismo período del año pasado.

Durante el mes de septiembre, las ventas, medidas por número de matriculaciones, cayeron un 32,5 % frente al mismo mes de 2014 y un 3,5 % frente a los resultados de agosto.

El dato positivo llegó de la mano de las exportaciones, que siguieron en la senda del crecimiento gracias a la venta el pasado mes de 33.502 vehículos al exterior, lo que supone un aumento del 28,7 % en relación con el mismo período del 2014, si bien que en la comparación con agosto se registró una caída del 3,2 por ciento. En el dato acumulado entre enero y septiembre de 2015, el aumento de las exportaciones fue de un 12,3 por ciento.

Este aumento de las exportaciones se explica en parte por la fuerte depreciación del real, que llegó este año a registrar su peor cotización histórica frente al dólar, lo que incentivó las importaciones.

En la actual situación de recesión técnica que atraviesa el país, que afecta la capacidad de consumo de los brasileños, el sector automovilístico ha adoptado medidas para reducir su producción mediante la disminución de la jornada laboral, despidos masivos en algunas plantas y hasta la paralización temporal de la producción.