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Tras un debate sobre los detalles de su implementación, el Senado aprobó este jueves el proyecto conocido como “ley Anita”, que modifica la Ley 1246/98 de Trasplantes de órganos y tejidos anatómicos humanos. El texto hace que todos los mayores de 18 años se conviertan automáticamente en donantes de órganos a no ser de que exista un documento expreso para no serlo.

Las personas podrán registrarse como opositores a la donación en el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), a partir de los 18 años, mientras que en el caso de los menores sus podres decidirán si son o no donantes.

“Esto es un proceso, va a tener un proceso (...) ojalá aparezcan más donantes. No hay que crear falsas esperanzas. Este es un proceso, tenemos que tener una cultura de trasplante (...) tampoco hay que culpar a la familia (...) cuando hay una muerte encefálica, es muy difícil la aceptación”, expresó la senadora Desirée Masi (PDP) durante parte de su intervención.

El senador Víctor Ríos (PLRA) reconoció que no comprendía mucho el proyecto y que su colega Jorge Querey (Frente Guasu), le explicó sobre el mismo. Dijo lo propio el senador Fernando Silva Facetti (PLRA).

“Quiero agradecerles a todos los compañeros que trabajaron... diputados, senadores... voy a decir los nombres. Desirée (Masi) y Esperanza (Martínez). Siempre quise hacer algo a favor de los trasplantados. Mi mamá es trasplantada hace 10 años, le donó una persona que se llama Teresa. Yo viví todo el proceso”, manifestó el colorado Enrique Bacchetta.

La ley de Trasplantes vigente establece que los donadores de órganos deben acudir voluntariamente a registrarse como tales, pero la legislación fracasó porque prácticamente nadie lo hacía a tal punto que en el país solo se registran dos donantes por millón de habitantes, la más baja de la región.

El proyecto establece que un 10% del presupuesto del Fondo Nacional para la Salud sea destinado para poner en práctica el programa de donación y trasplante.

Fuente: ABC color