Imagen ilustrativa. GENTILEZA

La misa dominical de Caacupé, que suele congregar a miles de feligreses frente a la basílica, se celebró este domingo a puertas cerradas y con llamados a aprovechar el tiempo de cuaresma y de aislamiento social por causa del coronavirus para un mayor acercamiento a Dios.

“La cuaresma es un tiempo para vivir en espíritu de penitencia, y ahí está el coronavirus que nos está poniendo en bandeja esta situación; nos puede ayudar a levantar la mirada al cielo, recordar que somos seres vulnerables y frágiles”, dijo el monseñor Ricardo Valenzuela, llamando a “organizar un encuentro personal con Dios” teniendo en cuenta las necesarias restricciones a la vida social.

Cumpliendo la disposición del gobierno de evitar las aglomeraciones de personas para evitar el contagio del coronavirus, la misa más concurrida del país se celebró a puertas cerradas, con un reducido grupo de colaboradores que evitaron también el habitual saludo de la paz.

En la homilía, que fue seguida por televisión, radio y redes sociales, se anunció que el próximo domingo 22 marzo seguirán con la misma medida.

FUENTE: IP