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Filártiga, médico de 86 años, acudió a la Cámara Alta en silla de ruedas y recibió, de las manos del senador Paraguayo Cubas, una placa que en nombre de los legisladores reconoce “su inquebrantable lucha por la salud, la libertad y la justicia”.

El médico, que también se desempeña como pintor, se destacó por su lucha contra el régimen de Stroessner y por su labor humanitaria ofreciendo atención sanitaria a campesinos pobres e indígenas en la clínica que abrió en 1959 en la localidad de Ybycui, en el departamento de Paraguarí (centro).

Cubas agradeció la lucha por la libertad de Filártiga y aseguró: “Toda mi generación salió mal, pero vos le saliste bien al planeta Tierra” y finalizó diciendo que “los luchadores importantes son aquellos que luchan toda la vida”.

El homenajeado dedicó el reconocimiento a su hijo, Joelito Filártiga, que con 17 años fue torturado y asesinado por la policía de la dictadura stronista “por tener la misma vocación popular” que su padre, que al final de su intervención leyó el poema que dedicó a su hijo en la noche en que murió en marzo de 1976.

“En una siniestra y tenebrosa medianoche (…) otra manera de ser Joel se ha ido”, leyó Filártiga emocionado.

También dedicó el homenaje al destacado jesuita español Francisco Oliva (90 años), por su compromiso social en favor de los pobres, y que le acompañó en este homenaje. Es “un español que quiere mucho a mi país y que me sirve de modelo”, afirmó.

Al finalizar el acto, Filártiga recibió el saludo de la mayoría de los senadores presentes en la cámara, entre ellos, el expresidente paraguayo Fernando Lugo (2008-2012).

El actor Anthony Hopkins interpretó el papel del médico en la película “Un hombre en guerra” de 1990, que relataba la historia del asesinato de su hijo. AIP