La VoZ digital | Puno: la increíble isla flotante creada por la comunidad Chimu

2019-09-25 | 10:16

Turismo

Puno: la increíble isla flotante creada por la comunidad Chimu
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Comunidad de Chimu, del Centro Poblado de Ichu, en Puno, Comunidad de Chimu, del Centro Poblado de Ichu, en Puno,
Sueño de construir una isla flotante. Hoy se llama isla Balsero Chimu y esperan hacer de ella un centro turístico de interpretación de la totora,

Lavozpy. - Un cóndor recibe a las visitas desde lo alto de un mirador. Está hecho completamente de totora, como las casas, las balsas y el mismo suelo sobre el que caminamos en la isla.

“No sé qué hubiera sido de nosotros sin la totora”, remarca Enrique Cuno Canqui, mientras hace una demostración de la construcción de la isla Balsero Chimu.

Se empieza con la raíz de totora, que, enmarañada, flota hacia la superficie. Se enlazan los bloques con alambre y paja y se ajustan en el lecho del lago para no flotar sin rumbo.

Finalmente, se ponen capas de totora seca que sirven de piso. Sobre el bloque coloca una casa, hecha con totora también, y una balsa que va anclada a la isla. “Pero no está completa sin una familia”, comenta Enrique, y atrás de él, su esposa Angélica Panca teje artesanías sentada afuera de la casa.

La totora ha estado presente en cada uno de los momentos de sus vidas, desde que él era un niño y veía a su padre hacer kesanas (tarimas hechas a base de totora tejida).

Angélica llevaba a pastar al ganado de su familia a la orilla del lago. Hasta ahora manejan la isla y la ven como una oportunidad de salir adelante y poder acercar su cultura y tradiciones a otras personas. Hoy en día, el estilo de vida de las comunidades convive estrechamente y forma parte del ecosistema del lago.

Con el paso del tiempo han comprobado que se puede hacer turismo responsable de manera sostenible con el medio ambiente y sin dañar el lago Titicaca. Este beneficia directamente a más de 3 millones de personas que viven alrededor y posee una biodiversidad única en el mundo: distintos tipos de aves, peces nativos y anfibios dependen del agua del Titicaca para su subsistencia.

Las familias de la isla se turnan para salir en una balsa en las mañanas y recoger botellas, plástico y toda basura que flota en el lago y que contamina la zona. “Recogemos la basura del lago, limpiamos, sacamos a tierra firme y entregamos al basurero”, cuenta Angélica, con la esperanza de que el agua cristalina atraerá más turismo a la isla.