La VoZ digital | Otrora hombre fuerte del Nicanorismo sería "padrino" de Sotelo y Guimaraes

2016-01-05 | 12:00

Francisco Arcidio “Papito” Oviedo Brítez, "protector" del asesor "ad honórem" de la Policía

Otrora hombre fuerte del Nicanorismo sería "padrino" de Sotelo y Guimaraes
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La investigación de la Revista Zeta evidencia que el jefe de Policía, Crio. Gral. Críspulo Sotelo y su La investigación de la Revista Zeta evidencia que el jefe de Policía, Crio. Gral. Críspulo Sotelo y su "asesor" el jinetero Delfín Guimaraes, gozarían de la protección de "Papito" Oviedo.
El otrora exsenador y vicepresidente de la República, Francisco Arcidio “Papito” Oviedo Brítez, uno de los hombres más influyentes del gobierno de Nicanor Duarte Frutos sería el “padrino” y “creador” de la figura del verdadero “administrador” de las finanzas de la Policía, el presidente de la Asociación de Jinetes del Paraguay, Delfín Guimaraes, amigo íntimo y asesor ad honórem del comandante de la Policía, Crio. Gral. Críspulo Edith Sotelo, quienes integrarían un selecto grupo de hombres poderosos de la sociedad, revelaron fuentes de la institución. Así publica la Revista Zeta en su edición impresa de enero de 2016.

Considerado uno de los más influyentes de la historia política reciente del país, Francisco Arcidio “Papito” Oviedo Brítez, es el verdadero “padrino” y descubridor de personajes como Delfín Guimaraes. Oviedo Brítez fue ministro del Interior y de Hacienda durante la presidencia de Luis Ángel González Macchi y llegó a ocupar el cargo de director paraguayo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) durante algunos meses. Se desempeñó como senador en el período 2003-2008 y luego de la renuncia de Luis Castiglioni a la vicepresidencia de la República lo eligió el Parlamento para ocupar el cargo durante los nueve meses que faltaban para culminar el período, dice Zeta.

“Apadrinó” a muchos para ocupar cargos de relevancia en la función pública y hoy aparece como el “protector” del presidente de la Asociación de Jinetes del Paraguay, Delfín Guimaraes, considerado como el verdadero “administrador” de los recursos financieros de la Policía Nacional.

Conforme con los datos, “Papito” Oviedo no solo descubrió a Guimaraes, sino también al actual comandante de la Policía Nacional, Crio. Gral. Críspulo Sotelo. Precisamente, el actual titular de los jineteros, Guimaraes, es “asesor ad honórem” de Sotelo, un dato que el actual jefe de la Policía había pedido a periodistas que cubren el área de seguridad,
no hacer público.

Pero estos vínculos de Guimaraes con la Policía ya fueron confirmados cuando apareció públicamente con el anterior comandante de la institución, el Crio. Gral. Francisco Alvarenga, quien fue destituido por el presidente de la República Horacio Cartes luego de que trascendieran elementos de su supuesta vinculación con un esquema que amasó una fuerte suma de dinero al negociar cupos de combustible de la institución, un caso que hoy día es ventilado en Tribunales, y que también involucra a varios oficiales, suboficiales y playeros de estaciones de servicios.

Guimaraes es “el comandante” de facto y quien decidiría los destinos en el presupuesto de la Policía, específicamente en lo que tiene que ver con la ejecución de programas con “jugosas asignaciones presupuestarias”.

Precisamente Alvarenga y Guimaraes se dejaron fotografiar en una sortija en la que participó también el Crio. Gral. Críspulo Sotelo, entonces director de Apoyo Técnico, cargo hoy ocupado por el Crio. Gral. Bartolomé Báez López. En suma, los nexos entre el jefe policial y el jinetero vienen de una sola fuente: “Papito” Oviedo. Pero el “manto de protección” invocado por Sotelo no se reduciría solo al exvicepresidente Oviedo, sino entre sus supuestos contactos también figurarían Víctor Galeano Perrone, Luis Canillas, asesor jurídico de Yacyretá y algunos otros políticos a quienes rendiría pleitesía.

Sotelo ya se habría convertido en un hombre resistido dentro de la Policía, ya que en principio, tuvo serias diferencias con el ministro del Interior, Francisco de Vargas. Y este conflicto interno estaría en pleno conocimiento del presidente Cartes, quien sin embargo preferiría “esperar” para tomar ciertas determinaciones al respecto.

Aparentemente, Sotelo había buscado una especie de acercamiento al mandatario, a modo de “puentear” a De Vargas, y así eludirlo de cualquier tipo de decisión que pueda tener relación con el manejo administrativo de la fuerza de seguridad. Todo, pese a que De Vargas fue precisamente uno de los principales promotores de la designación de Sotelo como comandante.

Es por ello que todo se “cocinaría” a espaldas de De Vargas y solo, pero absolutamente solo con la “anuencia” del “asesor” Delfín Guimaraes, quien es el que otorga la “bendición final” a las empresas que deben ser adjudicadas en las provisiones para la Policía, ya sea en insumos, alimentos, bienes y servicios. Guimaraes funge de asesor económico “ad honórem” de Sotelo desde el primer día en que este asumió el cargo de comandante de la Policía.

Supuestamente, el citado jinetero digita quiénes ocuparán los puestos de confianza en la institución, es decir, aquellos lugares en los que se reciben ciertos beneficios. En ese sentido, las fuentes mencionaron que el “asesor” posicionó a algunos jefes policiales para llevar a cabos los supuestos negociados. En ese sentido, las fuentes citaron el caso del comisario Atilio Gabriáguez Torales, designado como jefe de la UOC, un puesto trascendental para direccionar las licitaciones. Atilio Gabriáguez es hermano del comisario retirado Ángel Gabriáguez, otrora amigo de Guimaraes y con algunos cuestionamientos a su gestión.

Presuntamente, Guimaraes benefició en un proceso licitatorio a un prestanombre para suministrar carne a la institución por un año. Lo mismo hizo con un grupo de ingenieros, a quienes otorgó la construcción de comisarías.

Aunque en todos lados el jinetero asegura ser un asesor sin sueldo, los datos apuntan a que es el que más beneficios económicos obtiene en cada licitación que lleva a cabo la Policía, es decir, cobra mucho más que cualquier otro jefe de la institución.

Luego de que los nexos de Guimaraes y Sotelo fueran divulgados por Zeta, el citado “asesor” hizo pocas apariciones por la comandancia de la Policía, supuestamente para no dar lugar a otro tipo de críticas a sus influencias en el órgano, publica la Revista Zeta.

De acuerdo con los datos, Sotelo tiene un perfil operativo y generó confianza entre el personal inferior al asumir la jefatura de la Policía, ya que se creía que desempeñaría una administración transparente y celosa de los bienes de la institución.

Sin embargo, se hizo rodear de personajes como Guimaraes, a quien comenzó a dar participación en las cuestiones relacionadas a las decisiones institucionales, solo por el “mérito” de ser jinetero, un asunto que incomoda a casi toda la cúpula actual. Sin embargo, nadie se animaría a señalar esta situación pero el “intervencionismo” de Guimaraes fue informado detalladamente a Horacio Cartes, quien hasta ahora no tomó una determinación definitiva al respecto. Las desprolijidades administrativas en la ejecución del presupuesto en la Policía podrían acarrearle a Sotelo ciertos problemas posteriores con la justicia, dijeron algunos oficiales que prestan servicios en el área de Intendencia.

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Reproducción de la investigación de la Revista Zeta en la que se detallan los nexos de Críspulo
Sotelo con 
el jinetero Delfín Guimaraes, quien "corta la torta" en el presupuesto de la institución.