La VoZ digital | Cursillo de ingreso a la Academia es una "máquina" de billetes para "rosca" corrupta en la Policía

2016-01-15 | 13:00

"Ingeniería delictiva" produce cerca de G. 3.000 millones solo en el ítem de exámen médico

Cursillo de ingreso a la Academia es una "máquina" de billetes para "rosca" corrupta en la Policía
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La investigación publicada en la Revista Zeta en su edición impresa de enero revela un supuesto feroz negociado que constituiría el cursillo de ingreso a  la Academia de Policía. La investigación publicada en la Revista Zeta en su edición impresa de enero revela un supuesto feroz negociado que constituiría el cursillo de ingreso a la Academia de Policía.
El cursillo de ingreso a la Academia de la Policía es un colosal negociado que enriquece a integrantes de una “rosca” corrupta enquistada en la institución. Es una especie de “maquinaria perfecta” que fue estructurada en forma exclusiva para despojar de billetes a todos y cada uno de los aspirantes a convertirse en oficiales y suboficiales en la institución. Es considerada una red delictiva diseñada para fortalecer las finanzas de un grupo que respondería a los principales jefes de turno de la Policía. Los que no son apadrinados por senadores, diputados o altos funcionarios del gobierno, no tienen otra opción más que “aceitar” para obtener un lugar en la lista de ingresantes. Así señala una investigación publicada en la Revista Zeta en su edición impresa de enero de 2016.

La organización estaría compuesta por una cantidad determinada de personas que responden a una sola finalidad, “la de recaudar”. La estructura funciona básicamente en el Instituto Superior de Educación Policial (ISEPOL), aunque los tentáculos están en el mismo Cuartel Central donde tiene su asiento la Comandancia de la Policía y algunos tentáculos en casas particulares, revelaron fuentes de la misma institución.

Una de las integrantes visibles del supuesto esquema sería la oficial 1° Carmen Beatriz Aguilera de González, quien figura como jefa de Planificación y Desarrollo de la oficina de Recursos Humanos de la Policía Nacional, bajo el código de personal N° 39497.

Carmen Aguilera es licenciada en sicología, según se evidencia en el legajo personal. Pese a su baja graduación en la escala de mando, ocupa un cargo de relevancia, dijeron agentes de la propia Policía que conocen a la perfección todos los tentáculos y las maniobras de la organización, de la cual Carmen Aguilera sería una de las principales “cabecillas”. La otra presunta componente de la organización sería María Del Carmen Guillén Fretes, quien ostenta el grado de oficial inspector, con una antigüedad de más de 14 años, según el legajo del departamento de Recursos Humanos donde figura bajo el código de personal N° 25676.

Guillén Fretes presta servicios a cargo del Instituto Superior de Educación Policial (ISEPOL), y además posee el título de licenciada en sicología. Pero el “condimento fuerte” de la vinculación de Guillén Fretes se encontraría en que es la actual pareja sentimental del Director General de Orden y Seguridad de la Policía, el comisario general Luis Rojas, el tercero en la línea de mando en la institución, y quien estaría al tanto de todas las irregularidades cometidas en el proceso de selección de quienes serán futuros oficiales y suboficiales de la Policía Nacional. El actual titular de ISEPOL es el comisario general director Mg. Juan Carlos Sanabria Lugo.

EL “SISTEMA OPERATIVO”
La oficial inspector María Del Carmen Guillén Fretes sería propietaria de un centro donde se desarrolla un cursillo de preparatoria para el ingreso de aspirantes a la Academia de Policía. Dicho local está ubicado en Trejo y Sanabria y 10 Proyectadas del barrio Sajonia de Asunción.

Dicta el cursillo a al menos 400 alumnos que pagan una cuota mensual de G. 400 mil. Las clases se inician en junio y se prolongan hasta el mes de febrero. Es decir, que por cada alumno que asiste a su centro de capacitación, percibe unos G. 4.000.000, teniendo en cuenta que son 10 meses de preparación. Lo llamativo de la situación es que, según las fuentes, quienes no acuden al citado cursillo, sugestivamente no figuran “ni a los premios” entre los seleccionados para acudir a la Academia de Policía.

En otros términos, supuestamente los que no asisten al cursillo dictado por la oficial inspector María del Carmen Guillén, no logran pasar los exámenes académicos y rápidamente son “borrados” de la lista de posibles ingresantes a la Academia Gral. José Eduvigis Díaz, de acuerdo con los datos obtenidos por Zeta Investiga. “Esta señora factura unos G. 1.600.000.000 con facilidad en un solo periodo de entrenamiento.

Pero obviamente ese dinero no va a parar solamente a sus arcas particulares. En realidad ese dinero es la primera parte de una torta más grande que se dividen luego los integrantes de esta rosca que ya ha venido ganando multimillonarias sumas de dinero. El tema del ingreso a la Academia de Policía es antes que todo un feroz negociado de los jefes de turno”, detalló una de las fuentes.

EL SEGUNDO “FILTRO”, EL EXAMEN MÉDICO
Como si todo fuera poco, el “calvario” de los aspirantes a convertirse en policías recién estará por comenzar. De acuerdo con los datos, cada postulante debe abonar la suma de G. 1.000.000 para someterse al examen médico, que no es otra cosa que una inspección rápida y un análisis de sangre y orina que en cualquier laboratorio no pasaría de los G. 120.000 a 140.000 en el peor de los casos.

Pero los aspirantes reciben indicaciones específicas sobre el laboratorio autorizado para la prueba médica, ya que de hacerse en otro lugar, no tendrá validez y el alumno será automáticamente eliminado de la lista, de acuerdo con los datos proporcionados. En esta fase entra en funcionamiento una oficina que opera a cargo de una agente identificada como Gloria Cabriza, quien es la encargada de recepcionar el pago por el citado derecho.

“Esta es la parte gruesa de la torta, porque hablamos en cada periodo de unos G. 3.000 millones que se recaudan solo en el tema de examen médico, porque es ineludible este ítem para seguir la postulación. Lógicamente que esa cifra no va a parar a manos de una sola persona, ese monto es el que después se rinde a la corona y luego la catarata de dinero va chorreando hacia abajo”, indicó otra de las fuentes a Zeta.

Y a cada alumno que se registra en la base de datos para el cursillo, la misma funcionaria Cabriza le entrega un folleto que contiene las materias para estudiar a un costo de G. 100.000 (cuando no debe ser superior a G. 10.000 según explicaron), y otro material de menor cantidad en hojas que contiene los requisitos para los postulantes, a un costo de G. 50.000. Todos estos “aranceles” deben ser abonados indefectiblemente, según las explicaciones.

OTRO “LATIGAZO”
El test psicotécnico es otra de las barreras que los alumnos deben sortear en forma necesaria. Y para ello, los supuestos “arreglos” deben hacerse con la oficial 1° Carmen Beatriz Aguilera de González, quien es la responsable de administrar estos exámenes a los aspirantes.

“Acá ya no se habla de montos. Varía de acuerdo a la cara del cliente. La gente que viene del interior vende sus lecheras, vende su chancho, su cabra, todo para poder solventar no precisamente el costo genuino del cursillo, sino las innumerables coimas que hay que entregar a la estructura para no quedar fuera de la lista de ingresantes. Es una verdadera lástima cómo se juega con la ilusión de los estudiantes”, indicó la fuente.

Y las ganancias de la oficial 1° Carmen Aguilera de González están a la vista, ya que con el sueldo que percibe como agente de Policía no podría pagarse tantos lujos como viajes a Europa. Además, no tendría forma de justificar el elevado nivel de vida que ostenta, ni los costosos vehículos en que se desplaza, según datos a los queaccedió Zeta.

HASTA LA “CORRECCIÓN” SE DEBE PAGAR
Otros de los rebusques de la “rosca” está en la corrección de los exámenes psicotécnicos, según lo señalado. Supuestamente, por la corrección de cada test, se deben abonar G. 50.000 a través de Pago Express. El depósito se hace supuestamente a nombre de “Ediciones Técnicas Paraguayas S.R.L.”, y como acuse del desembolso se recibe un ticket con los datos del postulante, dijeron. “No sabemos dónde va a parar ese dinero. Tenés que hacer el depósito y punto. Cada año es así”, explicó uno de los informantes.

En principio, los exámenes deben ser supuestamente enviados a España para su corrección, ya que el test forma parte de un programa de entrenamiento obtenido a través de un convenio de cooperación con una institución especializada la citada materia.

Cada test psicotécnico contiene 10 hojas que son adjuntados a un informe. Pero de acuerdo con los datos, el envío al extranjero sería una falacia, ya que las correcciones se hacen solo en el Cuartel Central, y están a cargo precisamente de la oficial 1° Carmen Aguilera de González, según los datos.

Los beneficios logrados por la “rosca”, llegan a engrosar las cuentas bancarias de quienes integran la cúpula de la Policía. Cada uno recibiría “su ración” de las gruesas ganancias que dejan los exámenes de ingreso a la Academia de la Policía.

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Reproducción de otra parte de la extensa investigación publicada por Zeta en su edición impresa de enero de 2016. Se mencionan supuestos "jugosos" pagos como coimas para ingresar al centro de formación de la Policía. Las "recaudaciones" van a reforzar las finanzas de quienes estarían entre los principales integrantes de la actual cúpula.