Diputado Antonio Buzarquis, principal protagonista del escándalo de paternidad.

Claudia Silvero es la mujer que en abril del año pasado exigió al diputado Antonio Buzarquis el reconocimiento de su hijo. Pero el parlamentario reaccionó y en conferencia de prensa negó la paternidad, el 6 de mayo.

Incluso Buzarquis demandó a Silvero por supuesta extorsión y -vía Ministeiro Público- le prohibió revelar el caso a medios de comunicación.

Pero el 7 de mayo de ese año un funcionario a cargo del diputado, identificado como Luciano Acosta Sosa, reconoció como suyo al niño, en forma muy llamativa.

Aparentemente la intención del legislador fue ocultar el hecho de sus familiares, quienes finalmente se enteraron y a consecuencia se produjo la ruptura del matrimonio.

Posteriormente, en diciembre de 2015, Buzarquis reconoció la paternidad del niño en el Registro Civil de Caaguazú, conforme a los datos.

El escándalo saltó ayer y los protagonistas cayeron en contradicciones.

El diputado asegura que el hecho "le causó mucho daño", ya que se encuentra en proceso de separación e incluso de divorcio de su esposa. Dijo que Silvero le exigió G. 100 millones para callarse.

A su vez, el funcionario Acosta Sosa se mantiene en su postura de ser el papá del niño y haber mantenido una relación con Silvero, a quien incluso trató de tener mala fama y de "vivir del sexo", en una entrevista que brindó a la 730AM.

La mujer reacionó y aseguró que no tuvo conocimiento de que Acosta Sosa había inscripto a su hijo. Anunció una acción judicial en su contra por tratarla "de bandida".

El Ministerio Público analiza una intervención del Registro Civil de Caaguazú por supuestas irregularidades en la triple inscripción del niño, ya que con anterioridad ya fue anotado por su madre.