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Visto lo visto en estos dos primeros encuentros, Messi ha sabido elegir un bonito escenario para el retiro. Rodeado de amigos -Busquets va sobrado y falta por llegar Alba-, ante un público entregado y en un marco de competitividad propicio para imponer su clase. Al argentino sus compañeros le buscan y sus rivales le respetan. Esa combinación, unida al don natural de Leo, sirve para que lo del 10 vaya camino de ser un bonito paseo hacia su enésimo éxito deportivo.

Bajo ese escenario, Leo lució un día más. Atlanta comenzó con ganas y avisó con un centro envenenado que acabó en el palo. Fue la antesala del primer tanto del partido. Busquets se la puso en carrera a Messi y el argentino, que resolvió el mano a mano con un disparo al palo, recogió su propio rechace para marcar a placer.

Taylor es el nuevo socio de Messi
Partiendo desde banda derecha, Leo se asoció como acostumbra, saliendo de fuera hacia dentro, tirando paredes y encontrando dos buenos socios en Josef Martínez y especialmente en Robert Taylor. El finlandés asistió a Leo al más puro estilo Jordi Alba, con un pase raso atrás desde línea de fondo, para que Messi firmase el segundo tanto de la noche en Miami.

Lejos de conformarse, Inter Miami decidió hacer sangre ante un rival entregado, casi inofensivo. En una gran jugada colectiva, Taylor fusiló a Guzan desde posición escorada para hacer el tercero. Los del Tata Martino se iban con el partido resuelto al descanso.

Pero por si acaso quedaba algún atisbo de esperanza visitante, Taylor repitió sociedad con Messi para hacer el cuarto al comienzo del segundo acto. El 10 inició el contragolpe y el finlandés hizo el resto cuando le cayó el balón dentro del área. El partido ya se había convertido en una atracción para Messi y sus compañeros.

El Tata Martino decidió dar un respiro a Busquets a veinte minutos del final y Atlanta, siempre con Thiago Almada como único agitador, perdonó un par de buenas ocasiones para maquillar el resultado e incluso falló un penalti en el tramo final del partido. Apenas unos minutos después del cambio de Busquets, era Leo el que enfilaba el camino hacia el banquillo. Partido resuelto. Un día más en la nueva oficina de Messi. Ahora, el sueño americano es más real que nunca. El 10 ha venido para hacer grandes cosas.

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