La VoZ digital | ISIS utiliza muerte de Aylan para acusar a refugiados de "sacrificar" a sus hijos

2015-09-10 | 13:00

ISIS

ISIS utiliza muerte de Aylan para acusar a refugiados de "sacrificar" a sus hijos
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El grupo terrorista ISIS utilizó el caso del pequeño Aylan Kurdi, para recordar a los musulmanes que es "pecado peligroso" abandonar el califato y huir hacia la "tierra de los infieles". Fue en un artículo titulado "El peligro de abandonar Darul-Islam", la tierra del islam, y publicado en la revista de propaganda Dabiq con la foto del niño ahogado en una playa de Turquía.

Los yihadistas dijeron que la muerte del niño es consecuencia del "pecado" en el que cayeron sus padres por abandonar las tierras del califato. "Lamentablemente, algunos sirios y libios están dispuestos a arriesgar las vidas y almas de aquellos de los que son responsables de criar bajo la sharia -sus hijos- sacrificando a muchos de ellos durante el peligroso viaje a las tierras de los belicosos cruzados gobernados por las leyes del ateísmo y la indecencia", señala el artículo.

Los padres de Aylan y los miles de refugiados que huyen de la violencia yihadista deberían saber que emigrar a territorios no islámicos, según el argumento de ISIS, "es un peligroso pecado, la puerta para que los hijos y nietos abandonen el islam por el cristianismo, el ateísmo o el liberalismo", dice el texto.

Para los fanáticos del Estados Islámico, los musulmanes que llegan a Occidente quedan a merced de "la fornicación, la sodomía, las drogas y el alcohol", todos prohibidos expresamente por el Corán. Para el grupo, cualquiera que busque como destino algún país cristiano "encontrará refugio en el infierno", según el artículo de Dabiq, una publicación editada en inglés por el grupo terrorista.

Aylan, de sólo tres años, se ahogó junto a su madre y su hermano de cinco años cuando su embarcación se hundió camino a las islas griegas. La foto de su cuerpo tendido en la playa expuso con toda crudeza el drama de los miles de refugiados que huyen del conflicto sirio.

La familia de pequeño vivía en Kobane, una ciudad tomada por ISIS y que fue durante meses escenario de duros combates con los kurdos, en la frontera turca.