“La Habana de Fito” de Juan Pin Vilar, es el último trabajo audiovisual que involucró a Fito Páez, personaje bastante tendencia en los últimos meses gracias a la serie documental producida y emitida por Netflix, “El amor después del amor”, la cual cuenta por espacio de ocho capítulos sus comienzos y que permitió a otras generaciones a conocer sobre la procedencia y calidad artística del argentino.

La última producción fue estrenada en las últimas horas en la capital cubana y se destaca por contar con una serie de entrevistas e imágenes de archivo que relatan la relación que Fito ha tenido con la isla caribeña desde sus propios comienzos en la década de los ochentas.

Sin embargo, de lo que más se habla del estreno fue el gran revuelvo causado por la denuncia de censura en torno a su contenido por parte del ministro de Cultura y su posterior exhibición sin la autorización del director del documental ni del músico protagonista.

“Vi el documental, me gustó el último corte. También estuve al tanto de lo que sucedió primero con la suspensión de los tres filmes programados en el espacio de El Ciervo Encantado. Ahí comienza a haber un poquito de ruido, ¿no? Sin ninguna explicación aparente, que es como parece que funcionan las cosas en Cuba, lamentablemente”, comenzó su explicación Páez.

Seguidamente, el músico explicó sobre el centro de la polémica que generó la proyección de una copia no finalizada del documental sin autorización, dejando entrever que Fito Páez habría sido manipulado por Pin Vilar para expresarse sobre la dudosa muerte de Camilo Cienfuegos y el fusilamiento de tres jóvenes cubanos en 2003. “Parece una especie de táctica de los Servicios de Inteligencia antiguos. Intentan instalar la idea de que Juan Pin me manipula para que yo diga lo que digo allí”.